Prevenir situaciones de emergencia conociendo el estado del usuario
En muchos casos podemos encontrarnos que, realizando el servicio, ocurren situaciones de emergencia relacionadas con la salud del paciente. Muchas de ellas pueden evitarse o revertirse gracias a la toma de constantes vitales.
Mareos, caídas, fiebres, sensación de ahogo… Incluso otras peores que pueden evitarse o como mínimo, ser detectadas con unas horas de antelación.
Para poder saber el estado de salud y poder actuar de forma rápida, siempre es importante conocer las patologías previas del usuario, sus operaciones, medicación diaria, estado emocional… Pero también es importante saber cómo se encuentra físicamente en el momento en el que detectamos que está sufriendo algún problema. Para eso, intentaremos conocer sus constantes vitales y analizaremos si se encuentra entre los valores normales.
¿Qué son las constantes vitales?
Las constantes vitales son los valores de frecuencia cardíaca, respiraciones por minuto, presión arterial, azúcar y oxígeno en sangre.
Gracias a conocer cada uno de estos parámetros podemos conocer si una persona se encuentra entre valores normales o está sufriendo algún tipo de desequilibrio.
En cuanto observemos que la persona a la que asistimos está mostrando algún síntoma fuera de lo común, es necesario tomar las constantes vitales para analizar qué le puede estar sucediendo.

Material para la toma de constantes vitales
Termómetro
Tanto para detectar fiebre, como para saber si el usuario está por debajo de los valores aceptados (hipotermia).
Los valores aceptados de temperatura están entre los 35ºC y 37°C, pero dependerá de la persona.
Es importante conocer la temperatura del paciente siempre que informe de que se encuentra mal, está mareado o tiene demasiado sueño.
Como todos sabemos, la fiebre indicaría algún tipo de infección o enfermedad mientras que la hipotermia tampoco debe pasarnos por alto, ya que puede acabar provocando problemas cardíacos y respiratorios.
Pulsioxímetro
Este aparato tan pequeño puede marcar la diferencia, aunque no lo parezca.
El pulsioxímetro nos indica, como bien dice su nombre, el oxígeno en sangre de la persona, además de su frecuencia cardíaca.
Estos valores de oxígeno en sangre se representan con un porcentaje que va del 0 al 100%, siendo el 100% una oxigenación perfecta.
Los valores normales de oxígeno en sangre varían entre los 95% y 100%, siendo un 90% o menos, un valor bajo.
Una baja oxigenación durante mucho tiempo puede llevar a problemas muy graves, e incluso la muerte.
Siempre que veamos que nuestro usuario siente sensación de ahogo, notamos que tiene respiraciones poco profundas o muy cortas, es importante conocer estos parámetros para asegurarnos de que está entre los valores normales.
Debemos tener en cuenta esta medición siempre que asistamos a personas con patologías previas de problemas respiratorios, pero nunca está de más llevar uno encima por lo que nos pueda pasar.
En el caso de la frecuencia cardíaca, que también nos la proporcionará el pulsioxímetro, los valores normales rondan entre los 60 y 100 latidos por minuto, también teniendo en cuenta que en cada persona puede variar.
Este aparato es tan pequeño, tiene un precio tan reducido y nos da tanta información, que no tenerlo resulta absurdo. Sobre todo si nos dedicamos a la asistencia en domicilios.
Ten en cuenta que esta herramienta se usa en los dedos, y es posible que no capture bien el porcentaje de oxígeno en una primera medición. No te asustes, prueba en otro dedo, en la otra mano, o intenta calentar un poco la extremidad. (Si el usuario tiene las manos muy frías puede fallar).
Tensiómetro
Es bastante común en los ancianos que sean hipertensos o hipotensos, y como consecuencia suelen tener un tensiómetro en sus casas. Como bien indica el nombre, este aparato mide la tensión arterial.
Tanto la tensión arterial alta (Por encima de 14/9) como la tensión baja (Por debajo de 9/6) pueden provocar mareos, desmayos o problemas mayores que querremos evitar.
Los hábitos de vida (fumar o beber) y la alimentación juegan un papel muy importante en la presión arterial.
Glucómetro
Sobre todo lo usaremos en el caso de las personas diabéticas, pero es importante tener uno para asegurarnos de los valores de azúcar en sangre de la persona que asistimos.
Si los valores de azúcar en sangre bajan de los 70 (mg/L) como si superan los 150, deberíamos tenerlo en cuenta.
En los casos en que el azúcar en sangre supere los 150 mg/L (en usuarios diabéticos medicados) es posible que tengamos algún tipo de insulina para inyectar, ya sea de acción rápida o lenta.
Debemos conocer muy bien si los usuarios a los que asistimos tienen algún tipo de diabetes y los medicamentos que les ayudan a controlar los valores de la glucemia.
Reloj
Sí, no me he equivocado; un reloj. ¿Para qué necesitamos un reloj cuando realizamos la toma de constantes? Para medir la Frecuencia Respiratoria. Cuando queremos conocer el número de respiraciones por minuto debemos tener un reloj y algo de astucia.
La respiración puede ser a voluntad, es decir que la personas podemos controlarla; respirar rápido, lento y lo profundo que queramos. Por eso nunca se avisa al paciente/usuario de que vamos a tomarla.
Solamente debes quedarte unos 30 segundos cerca de él/ella contando las veces que respira. (De ahí que necesitemos un reloj para calcular el tiempo) Una vez que tengamos el número, sólo tendremos que multiplicarlo por dos.
Los valores normales de frecuencia respiratoria están entre las 12 y 20 respiraciones por minuto.
En ocasiones podemos detectar que la persona respira muy rápido y de forma poco profunda. Eso puede ser un síntoma que nos preocupe, así que es importante llevar un control de sus parámetros habituales. También, como con el oxígeno en sangre, nos será útil conocer sus patologías previas a nivel respiratorio, si es que las tiene.
La toma de constantes ayuda a analizar la situación y prevenir situaciones de emergencia
Como ya he comentado anteriormente, conocer si el usuario de asistencia domiciliaria se encuentra físicamente entre los parámetros normales nos dará una información muy valiosa.
Recuerda que siempre debemos conocer las operaciones, enfermedades, patologías y medicación de una persona a la hora de asistirla.
Si realizamos una toma de constantes vitales rutinaria, podremos saber en qué momento se aleja de sus valores cotidianos y actuar de forma rápida y segura.

¿Cómo actuar si un usuario tiene los parámetros alterados?
Si observamos que el desequilibrio de alguno de los parámetros puede provocar una situación grave, y la familia no nos ha informado previamente de cómo actuar en ese caso, es importante alertar a emergencias sanitarias.
En el caso de España, el 112 te dará las instrucciones necesarias para que puedas proteger a la persona y acompañarla con seguridad.
Por supuesto, siempre que la frecuencia cardíaca o la respiración estén en juego, es esencial que actuemos de forma rápida y con calma.
Además, siempre es necesario avisar a los familiares del usuario para que puedan hacerse cargo si es necesario.
En otro post os cuento qué hacer en el caso de vivir una situación de emergencia.